Algo para variar el menú y ocupar la carne molida

Este plato me recuerda mi más tierna infancia..... CUANDO ODIABA LA ACELGAAAA...... ja, ja, ja, ja...... mi mamá me servía, literalmente, un cerro, un plato enorme y parecía que no iba a terminarlo jamás.... ja, ja, ja..... a ella no le gusta cocinar como a mí, entonces con el tiempo, he ido aprendiendo por aquí y por allá, pequeños trucos para que hasta los más mañosos se deleiten con este plato fantástico. Sí, le tomé el gusto a estas hojas maravillosas y hoy las como en guiso, ensalada, emparedado (sí, con el pan), tortilla, fritos, etc. Ya verán, reto hasta el más mañoso de los mañosos a decirme que esta preparación no le gusta.... ja, ja, ja......

Es fácil, rica, sin crema y se puede comer con un acompañamiento o ser el acompañamiento para un rico arroz!Yo en este caso lo acompañé con una chuleta de cerdo al horno, perfecto para un día frío.TOMAR EN CUENTA:La acelga al cocerse se reduce aproximadamente 3 veces su tamaño

Esta receta es realmente reconfortante. Se le puede añadir arroz, zanahoria... eso va al gusto de cada uno. También se puede cambiar la merluza por otro pescado blanco.

De temporada. De vez en cuando apetece hacer un guiso de esos que has aprendido de tu madre y que suelen sentar tan bien. Les das tu toque personal y tienes un plato riquísimo. Esta vez con merluza, uno de los pescados más comunes que, bien cocinada, está exquisita. El truco es no hacerla en exceso para que no se rompa ni se reseque; por eso, se añade siempre al final del cocinado.

Un guiso muy rico. #tescoma

Fresca o congelada.