Limpiamos las carrilleras de toda la grasa exterior, salpimentamos y ponemos en una fuente amplia.

Picamos la cebolla, zanahoria y apio (no hace falta que sea fino, luego lo trituraremos) y lo añadimos a la fuente. Aplastamos los dientes de ajo e incorporamos también. Añadimos la botella de vino y tapamos la fuente con papel de aluminio (si no tenemos tapa), lo llevamos a la nevera a que macere un mínimo de 10 horas.

Separamos la carne por un lado y los vegetales por otro, reservamos. Ponemos en una cacerola el vino y hervimos al fuego durante 5 minutos para que evapore el licor. Por otro lado ponemos a hervir los tres litros de caldo hasta que se reduzcan a la mitad.

Precalentamos el horno a 180º. En una fuente apta para horno colocamos las carrilleras, encima los vegetales, luego el vino y el caldo. Tapamos con papel de aluminio (o con tapa). Metemos al horno durante tres horas, reduciendo la temperatura a 150º.

En caso de que no nos entre todo el líquido en la fuente, no lo tapamos y vamos incorporando de cuando en cuando al guiso durante el horneado.

Retiramos del horno, sacamos la carne a una olla y trituramos la salsa. Colamos bien, ponemos sobre la carne, rectificamos de sal y dejamos al fuego medio unos 15 minutos a que se espese con la carne. Freímos unas patatas con forma cuadrada y añadimos a la olla dejando que cojan todo el sabor de la salsa unos minutos más.