Mezclamos en un bol el vino blanco, aceite y sal. Removemos y llevamos al microondas medio minuto.

En un bol grande ponemos la harina, hacemos un cráter en el centro e incorporamos la mezcla líquida templada. Removemos con cuchara de madera y cuando se despegue todo de base y paredes ponemos sobre la encimera y amasamos durante 10 minutos, veremos que queda lisa y estira fácil. Metemos en el bol, tapamos con un paño y dejamos reposar a temperatura ambiente.

Ponemos en una sartén el aceite, añadimos la cebolla picada y sal, cuando veamos que se transparenta echamos el tomate y el azúcar. Tapamos y con fuego medio-bajo, dejamos que se haga el tomate unos 10 minutos.

Añadimos albahaca al gusto o el orégano, removemos, probamos de sal, apagamos el fuego, vamos desmenuzando el bonito con los dedos sobre la salsa, mezclamos y ponemos sobre un colador grande, tapamos y dejamos que vaya soltando el líquido mientras se enfría.

Precalentamos el horno a 180ºcentígrados.

Separamos la mitad de la masa, estiramos con un rodillo, cortamos círculos ayudándonos con un bol o círculo de emplatar, ponemos 1 cucharadita de relleno, pincelamos todo el borde del círculo con huevo, cerramos presionando para que se pegue y con un tenedor ayudamos a que quede bien sellado.

Colocamos en bandeja de horno con papel sulfurizado o silicona para hornear. Pintamos con huevo batido por toda la superficie. Metemos al horno y en 15-20 minutos se verán doradas y estarán listas.

Opcionalmente, pueden freírse en abundante aceite de oliva suave retirando sobre papel de cocina.