Mezclamos en otro bowl o recipiente los secos o sea, el coco, la avena, la harina leudante e integral, el azúcar, el polvo para hornear y el bicarbonato. Si querés podés saltearte la harina leudante reemplazandola con más avena o harina integral y agregás 1 cucharadita más de polvo para hornear. La Maizena es opcional, pero la recomiendo porque le da esponjosidad y suavidad a la preparación.

En un bowl aparte agréganos los líquidos. O sea el aceite, la leche o bebida vegetal junto con las semillas e integramos todo. El vinagre se lo ponemos más tarde.

Ahora agregamos la mezcla de los líquidos a las harinas y mezclamos hasta homogeneizar todo. No te tiene que quedar ni muy líquido ni tampoco una masa. Tiene que tener más bien una consistencia espesa. Parecida a la mezcla del bizcochuelo normal.

Ahora agregamos el vinagre, esto le va a ayudar a leudar mejor actuando junto al bicarbonato y además también ayudará a unificar la mezcla. Vas a ver qué se forman unas burbujitas de aire, es normal.

Aceitamos o enmantecamos una fuente para horno cuadrada y volcamos la preparación. No llenes la fuente hasta el borde porqué capaz se te rebalza y se hace un enchastre.