Lo primero de todo es disponer de los ingredientes ya cortados y tenerlos a mano.

A continuación en una sartén tipo wok (honda), añadimos un chorrito de aceite girasol y ponemos a fuego medio.

Ahora añadimos los ajos.

Dejamos que se doren un poco y seguidamente le añadimos la cebolla.

Hay que dejar actuar a fuego medio- alto hasta que la cebolla se dore y se vea un poco transparente o de un color dorado.

Es entonces cuando vamos a añadir la carne picada, hay que desmenuzarla para que los trozos sean pequeños.

Mientras se cuece la carne con la cebolla y el ajo...

Preparamos una olla con agua, añadimos un pellizco de sal y un chorrito de aicete girasol.

Ponemos la olla a fuego alto y dejamos que llegue al punto de ebullición.

Una vez empiece a hervir, añadimos la pasta y dejamos actuar unos 10-15 minutos, depende de si te gusta la pasta "al -dente" o muy hecha.

Volviendo a la sartén, una vez la carne haya soltado toda el agua y esta se haya consumido... añadimos los pimientos, tanto el rojo como los verdes.

Dejamos actuar unos 10 minutos para que las verduras se ablanden un poco pero que no nos queden muy hechas.

Cuando la pasta este hecha, la retiramos con ayuda de un colador.

Y la incorporamos a la sartén con el resto de ingredientes (una vez los pimientos estén ya hechos).

Para ir terminando, es el momento de añadir con ayuda de una cuchara, el tomate frito.

Y remover para mezclar con todos los ingredientes.

También es buena idea bajar el fuego un poco y una vez removido y todo bien mezclado dejar actuar unos 5 minutos, para que coja todo un buen sabor y temperatura.