Caracoles en salsa

Limpiar los caracoles recogidos:
Cerrar los caracoles en una jaula. Cada dos días espolvorear los caracoles con abundante harina para limpiarse por dentro. Eliminara mucha cosa sucia. Repetir la operación 2 veces más.

Ahora será el momento de echar los caracoles en un barreño y lavar varias veces con agua fría, vinagre y sal gruesa. Quiero decir, cambiar tantas veces el agua hasta que no elimina tanta baba y el agua saldrá limpia no sucia. Cada ves que cambiaras el agua, añadir vinagre y sal gruesa.

Verter abundante agua en una olla y colocar sobre el fuego. Agregar un puñado de sal y dejar calentar.
Cuando el agua empieza hervir, agregar los caracoles y dejar cocinar 30 minutos. Cuidado cuando sube las impurezas a la superficie, debes quitarla.

Pasados los 30 minutos, apartar la olla del fuego y verter los caracoles en un colador grande. Aclarar con agua fría varias veces hasta que el agua saldrá limpia. Cubrir con agua fría y reservar hasta en el momento de cocinar o las guardas en una bolsa sin agua.

Preparar la salsa para los caracoles: Picar la cebolla, el ajo, la zanahoria y trocear el pimiento rojo.

Asentar una cazuela amplia sobre el fuego. Verter el aceite de oliva virgen extra. Cuando el aceite estará caliente, agregar la cebolla y el ajo. Espolvorear una pizca de sal gruesa de mar. Mezclar de vez en cuando para controlar el punto de cocción. Sigue añadiendo el pimiento rojo y la zanahoria. Volver a mezclar de vez en cuando.

Echar el tomate frito y moler granos de pimienta negra. Mezclar 2 minutos más.

Verter el coñac y el vino de Oporto, las hierbas secas aromáticas y la albahaca fresca picada. Mezclar los ingredientes. Dejar cocinar que se evapore el alcohol.

Agregar la harina integral. Mezclar hasta que empieza a tomar consistencia de arena.

Verter casi dos vasos de agua y dejar cocinar. Agregar los caracoles escurridos y mezclar. Casi debe cubrir los caracoles con la salsa.

Cuando empieza hervir, dejar cocinar 20-30 minutos mientras rectifique de salpimenta y reduzca la salsa. Apartar la cazuela del fuego y disfrutar del manjar.