Smoothie tropical de albaricoque y zanahoria

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

Y éste fin de semana, hacemos una escapada con 🏝la cocina tropical 🏝
Siempre me dijeron que tenía que acomodar mis velas al viento predominante .... pues con la cocina a veces es igual, hay que aprovechar lo que trae el buen tiempo —con su huerto y sus frutales— y sacarle el máximo partido....
He leído que el smoothie (batido elaborado en base a fruta y verdura natural o congelada, que además se le suele añadir algún lácteo y hielo) nació de la mano de un adolescente (intolerante a la lactosa) que en 1970, sin darse cuenta daría nombre a esta bebida, mezclando frutas y hielo para hacer una bebida similar a los batidos; aunque la palabra no fue un invento suyo, sino que se la había escuchado, en los años 60, a los hippies que realizaban una bebida en base a zumos y frutas naturales.

#WorldTour

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Ingredientes

5 minutos (tiempo pelar fruta)
6-8 Comensales
  1. 1 kgAlbaricoques
  2. 4Zanahorias
  3. 3Plátanos maduros
  4. 3Orejones
  5. 1 VasoLeche con calcio
  6. 1 CucharaditaEsencia vainilla
  7. 4Hielos picados

Paso a paso

5 minutos (tiempo pelar fruta)
  1. 1

    Pelamos y deshuesamos los albaricoques. Y los trituramos en una batidora de vaso.

  2. 2

    Pelamos las zanahorias y los plátanos, los cortamos juntos con los orejones, añadimos la leche y la esencia.... Y batimos hasta que todos los ingredientes estén integrados. Añadimos hielo para que se pique y quede muy fresquito

  3. 3

    A disfrutar!

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Escrita por

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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