Omelette de brócoli con queso

El primer paso será preparar el relleno del omelette, o sea lo que va adentro.

Corta en pequeños trozos las tiras de tocino, que queden cuadritos de máximo 1 cm cuadrado y ponlo en el sartén (ojo: no hace falta que le pongas aceite, el tocino soltara grasa).

Quita el exceso de grasa y añade pequeños trozos de cebolla; no dejes de moverle el sartén.

Una vez que veas que la cebolla está ‘caramelizada’, o sea que cambie de color como a café, pero sin que se queme, agrega los trozos de brócoli y no dejes de moverle.

Retíralo del fuego y ponlo en un plato aparte. Ahora nos disponemos a preparar la tortilla de huevo.

Bate que bate. Coloca en algún recipiente los huevos, agrégale un chorrito de leche y bátelos hasta que quede una mezcla uniforme y esponjosa.

A fuego medio, coloca en el sartén unas gotas de aceite, y cuando caliente, añade tu mezcla de huevo esponjosa y uniforme. Procede a tapar el sartén.

El Paso de la Muerte. Aquí viene la verdadera prueba de fuego; una vez que esté cocida la parte de abajo, voltea la tortilla de huevo sin romperla.

En cuanto lo hayas logrado coloca sobre tu tortilla la mezcla del brócoli con el tocino, y arriba de eso, colocas los trozos de queso. Tapa el sartén y espera a que se derrita el queso.

Con cuidado, pasa del sartén a tu plato la tortilla de huevo procurando juntar los dos extremos del círculo hacia adentro procurando que quede como un taco; justo cómo está en la foto.