Ahora que la masa está bien unida, podemos pasar a estirar con el palote, o palo de amasar. Cuando la masa esté del grosor deseado (más o menos medio centímetro), vamos a envolver el palo de amasar con la masa delicadamente y vamos a desenvolverla sobre el molde (o tartera) sin hacer presión, dejando sobrantes en el borde.

Ahora vamos a utilizar el palo de amasar para cortar la masa, haciéndolo rodar contra los bordes filosos de la tartera. Con los dedos vamos a hundir la masa en el molde para forrarlo bien, y con un tenedor vamos a pinchar la base de la masa para que no se infle en el horno.

Llevamos esta olla con los ingredientes al fuego, no debemos descuidarla que que se hace muy rápido. Podemos ayudar revolviendo con un cucharón de madera. Cuando veamos que se formó una pasta homogénea, vamos a sacar la olla del fuego y a rellenar nuestras masas.

Ya tenemos nuestras masas frías y ahora vamos a colocar las nueces pecanas sobre la masa, podemos usar la nuez entera o partirla a la mitad. Podemos hacer el patrón que queramos, pero es importante abarcar gran parte de la superficie de la tartera, ya que al agregar el relleno líquido las nueces pueden moverse y el patrón se pierde.

Agregamos el relleno de forma lenta, y volvemos a llevar nuestras pecan pie al horno mínimo, esta vez sí hasta que la masa se dore.

Cuando la masa ya esté dorada, vamos a sacar las tarteras del horno y a dejarlas enfriar. Luego las llevamos a la heladera hasta que el relleno se endurezca.

¡Listo! Cuando el relleno esté endurecido, las tartitas están listas para merendar o comer como postre, acompañadas de té o café. Para la decoración pueden usar también frutillas o crema, también pueden usar otro tipo de nuez que les guste más, o no ponerle ninguna nuez (mi versión favorita) para apreciar más el sabor del relleno. Espero que les haya gustado la receta, ¡más adelante voy a agregarle fotos!