Echar el arroz a la olla sobre el aceite caliente y agregar el diente de ajo. Granear durante unos 4-5 minutos hasta que un buen porcentaje de los granos se torne blanco revolviendo todo el tiempo a fuego alto. Echar la sal y mezclar.

Agregar el agua hirviendo a razón de 3 tazas de agua x 2 de arroz cuando uses arroz de grano largo ancho y 3 1/2 de agua por 2 tazas de arroz de grano largo angosto. Agregar el jugo de limón y mezclar bien. Esto lo dejara más blanco y graneado. Tapar y bajar el fuego al mínimo y además poner debajo un difusor de calor durante 15 a 20 minutos. Destapar y comprobar que haya secado.

Con una cuchara de palo esponjar el arroz y queda listo para servir como guarnición de lo que desees.

Nota: No excederse en los tiempos para que no se te pegue y no se te seque demasiado. Si se te pegó un poco es que tenía mucho fuego o se secó demasiado, le echas un chorrito de agua y se soluciona rápido. Por eso a los 15 minutos revisa tu arroz, tal vez ya está listo.