Esta receta es para hacer un arrocito después de hacer el cocido el día anterior. Si no es así se puede suplir con una lata de codido, morcillas y chorizo, pero…no es lo mismo.
Se sofríen en una sartén dos dientes de ajo en el aceite. Partidos por la mitad. Cuando estén sofritos se retiran. Se sofríe ahora la cebollita bien partida. Cuando esté sofrita se añade el tomate triturado y que tome cuerpo durante unos cinco minutos.

Pongo ahora este tomate-cebolla en una fuente de horno adecuada. El barro es estupendo.

Ahora añadimos la taza de arroz y que se mezcle bien con el tomatito y cebolla.

Vertemos ahora el cocido del día anterior cobre el arroz. Sin remover. Que el arroz quede al fondo. Dicho cocido contendrá chorizo, garbanzos, morcilla, carne y todos los ingredientes del cocido. Añado, sin fuego, el perejil, la canela y los ajos sofritos.
Mientras tanto, he calentado las tres tazas de caldo. Lo de siempre: si está hecho por nosotros pues mejor. Otros caldos, pueden ser válidos.

Ahora vamos con el horno. Precalentamiento a 200 grados.
Antes me meter el arroz en el horno, añado dos tazas de caldo al arroz y me reservo una. Así, habiendo añadido el caldo, lo introduzco en el horno. Cuando vemos que hierva, que pueden ser unos 15 minutos, bajo la temperatura a 180 grados y siempre, siempre, siempre añadiré un poquito más de caldo si mermase, pues el arroz, excepto al final, ha de tener agua donde cocerse.

Tras 50 minutos de horno, el plato queda listo, y…por cierto, está exquisito.

La foto es antes de añadir el caldo y de introducir en el horno. El arroz, efectivamente, está por debajo

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