En un bol empezaremos por mezclar el azúcar con el aceite, la canela y la ralladura del medio limón, todo ello bien mezclado.

El paso siguiente será agregar la harina tamizada y la almendra molida hasta obtener una masa homogénea, o sea, más espesa que la pasta de dientes, la tenemos que poder trabajar con las manos sin que se derrita sola.

Cuando ya tengamos la masa preparada la extenderemos suavemente con la ayuda de un rodillo y la dejaremos del grosor de un dedo, para poder cortarla con un molde redondo o un cortapastas redondo de tamaño pequeño.

Ahora preparamos la bandeja del horno con un papel gordo parecido al cartón o a la cartulina sin satinar, para que mientras cuecen los mantecados el cartón vaya chupando la grasa sobrante y preparamos el horno a 200º arriba y abajo.

Mientras calienta el horno pondremos la mitad de las porciones de masa en un plato donde tendremos el ajonjolí y los aplastamos suavemente, solo para que el ajonjolí se pegue a la masa, les damos la vuelta y los pondremos en la bandeja de horno ya preparada con el cartón, nos pueden salir alrededor de 30 unidades.

Terminadas las operaciones y que ya tendremos llena la bandeja de porciones de mantecados, tanto los que llevan ajonjolí como los que no, introducimos ésta en el centro del horno y le bajamos la temperatura a 180º para dejarlos cociendo alrededor de 12 minutos, o cuando estén un poco tostados o de color un a poco amarronado.

Pensemos que cuando saquemos la bandeja del horno y dejemos que se enfríen los mantecados, éstos continuaran cociéndose un poco debido a la grasa que llevan.

NOTA: Sobre todas las cosas, la harina ha de estar muy seca para que los mantecados salgan perfectos, en caso de no estar seguros de sí está seca o no, la podemos tostar un poco en el horno, extendiéndola en la bandeja del horno y dejándola sobre los 80º aproximadamente 2 o 3 horas abriendo el horno de vez en cuando para removerla un poco, sabremos que esta tostada porque cambiara de color blanco a color rubio.

La harina es floja, la que tenemos siempre por casa, tiene que tostarse un poco pues nos pueden salir los mantecados con trozos de masa cruda, o pelotones, llamarlos como queráis.