Una foto de Caldo Tlalpeño

Caldo Tlalpeño

Adrían Martinez Flores
Adrían Martinez Flores @cook_4877450
Cuernavaca Morelos.

El caldo tlalpeño, es un caldo tradicional mexicano.
Tres regiones se disputan el origen de este suculento platillo, el primero refiere al estado de Veracruz, debido a que Cuenta la leyenda que Santa Ana, quien fuera 11 veces presidente de México, y quien era originario de Xalapa, Veracruz; en alguna ocasión asistió, como era su costumbre, a las fiestas patronales de San Agustín de las Cuevas, y luego de tres días de borrachera y de apostar en las peleas de gallos se despertó en su casa tlalpense sufriendo una terrible resaca. Ante tal situación le solicitó a la cocinera algún brebaje que le devolviera el alma al cuerpo. La mujer le preparó un consomé de pollo con verduras, perón agrio, jitomate, epazote, chile chipotle y sal. Tras degustar el caldo y sentirse resucitado, Santa Anna le preguntó a la cocinera por el nombre de tal suculencia, a lo que mujer, sin más, respondió: —Caldo tlalpeño. Desde entonces, no hay restaurante tlalpense que se respete que en su carta no incluya tan deliciosa medicina, pues si tal brebaje fue capaz de reanimar a un bribón como Santa Anna, es capaz de devolverle el gusto por la vida a los simples mortales. Con el tiempo, el perón agrio desapareció no sólo del caldo tlalpeño sino de otros platillos de la cocina mexicana, tanto que hoy en día apenas se conoce. En el caso del caldo tlalpeño, dicho ingrediente se sustituyó con xoconostle. Una segunda versión atribuye su origen al pueblo de Talpa, Jalisco, y refiere que debería llamarse caldo talpaño. La última región donde se sitúa su origen es en la zona metropolitana del país, habiendo dos versiones al respecto: la primera comenta que durante los años cuarenta y cincuenta, uno de los símbolos de la vida nocturna en la capital fueron los ya legendarios caldos de Indianilla; una serie de puestos colocados en los terrenos pertenecientes y adyacentes a los tranvías eléctricos, en la aún colonia de Los doctores. La zona era bien conocida por su agitada actividad nocturna, pues cerca de ahí se encontraban tanto los centros nocturnos destinados a las clases medias y altas, así como los cabarets y prostíbulos de las clases populares. Según algunos cronistas de la ciudad, los caldos de Indianilla se servían en enormes cazos de peltre, además, según dicen las voces populares, ahí nació el “caldo tlalpeño”. La segunda versión dice que su denominación se ve ligada al pueblo de Tlalpan -de aquí lo de tlalpeño- en el siglo XIX. Se cuenta que en México de principios de los 1900’s el sistema de transporte principal de la ciudad era el tranvía y uno de los recorridos pasaba por la estación de Tlalpan, donde habían vendedores de comida. La comida que se vendía eran antojitos principalmente pero había una señora que vendía su caldo de pollo diferente a como se conocía. Ella le ponía chile chipotle, aguacate, queso, verduras y más ingredientes. Esta receta empezó a gustar mucho entre la gente y la nombraron caldo de Tlalpan... con el paso del tiempo el nombre se derivó a caldo Tlalpeño.

Caldo Tlalpeño

El caldo tlalpeño, es un caldo tradicional mexicano.
Tres regiones se disputan el origen de este suculento platillo, el primero refiere al estado de Veracruz, debido a que Cuenta la leyenda que Santa Ana, quien fuera 11 veces presidente de México, y quien era originario de Xalapa, Veracruz; en alguna ocasión asistió, como era su costumbre, a las fiestas patronales de San Agustín de las Cuevas, y luego de tres días de borrachera y de apostar en las peleas de gallos se despertó en su casa tlalpense sufriendo una terrible resaca. Ante tal situación le solicitó a la cocinera algún brebaje que le devolviera el alma al cuerpo. La mujer le preparó un consomé de pollo con verduras, perón agrio, jitomate, epazote, chile chipotle y sal. Tras degustar el caldo y sentirse resucitado, Santa Anna le preguntó a la cocinera por el nombre de tal suculencia, a lo que mujer, sin más, respondió: —Caldo tlalpeño. Desde entonces, no hay restaurante tlalpense que se respete que en su carta no incluya tan deliciosa medicina, pues si tal brebaje fue capaz de reanimar a un bribón como Santa Anna, es capaz de devolverle el gusto por la vida a los simples mortales. Con el tiempo, el perón agrio desapareció no sólo del caldo tlalpeño sino de otros platillos de la cocina mexicana, tanto que hoy en día apenas se conoce. En el caso del caldo tlalpeño, dicho ingrediente se sustituyó con xoconostle. Una segunda versión atribuye su origen al pueblo de Talpa, Jalisco, y refiere que debería llamarse caldo talpaño. La última región donde se sitúa su origen es en la zona metropolitana del país, habiendo dos versiones al respecto: la primera comenta que durante los años cuarenta y cincuenta, uno de los símbolos de la vida nocturna en la capital fueron los ya legendarios caldos de Indianilla; una serie de puestos colocados en los terrenos pertenecientes y adyacentes a los tranvías eléctricos, en la aún colonia de Los doctores. La zona era bien conocida por su agitada actividad nocturna, pues cerca de ahí se encontraban tanto los centros nocturnos destinados a las clases medias y altas, así como los cabarets y prostíbulos de las clases populares. Según algunos cronistas de la ciudad, los caldos de Indianilla se servían en enormes cazos de peltre, además, según dicen las voces populares, ahí nació el “caldo tlalpeño”. La segunda versión dice que su denominación se ve ligada al pueblo de Tlalpan -de aquí lo de tlalpeño- en el siglo XIX. Se cuenta que en México de principios de los 1900’s el sistema de transporte principal de la ciudad era el tranvía y uno de los recorridos pasaba por la estación de Tlalpan, donde habían vendedores de comida. La comida que se vendía eran antojitos principalmente pero había una señora que vendía su caldo de pollo diferente a como se conocía. Ella le ponía chile chipotle, aguacate, queso, verduras y más ingredientes. Esta receta empezó a gustar mucho entre la gente y la nombraron caldo de Tlalpan... con el paso del tiempo el nombre se derivó a caldo Tlalpeño.

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Ingredientes

35 minutos
4 raciones
  1. 1 piezapechuga de pollo con hueso y sin piel
  2. 1 litrocaldo de pollo sin sal
  3. 2 piezaszanahoria en cubos chicos
  4. 1 piezapapa chica con piel y en cubos chicos
  5. 1 cucharadaaceite de canola
  6. 2 piezasdiente de ajo
  7. 1/2 piezacebolla
  8. 3 piezastomate (jitomate)
  9. 1 ramaepazote lavado y desinfectado
  10. 1 pizcasal
  11. 1 pizcapimienta negra molida
  12. 1 tazachícharos
  13. 1/2 tazagarbanzos cocinados
  14. 2 piezaschile chipotle adobado
  15. 1/2 tazaqueso oaxaca
  16. 1/2 piezaaguacate rebanado
  17. 4 piezaslimón en mitades

Paso a paso

35 minutos
  1. 1

    Cocina la pechuga en una olla con el caldo de pollo a fuego alto

  2. 2

    Reduce a fuego medio a los 15 minutos de comenzar la cocción y agrega las zanahorias y la papa.

  3. 3

    Calienta el aceite en un sartén y fríe los ajos, la cebolla y los jitomates, hasta que cambien de color. Pasa todo a tu licuadora y licua con un poco del caldo de pollo si es necesario.

  4. 4

    Vacía la salsa dentro de la olla. Aumenta el sabor con epazote, sal y pimienta.

  5. 5

    Añade los chícharos y los garbanzos una vez que el pollo esté casi cocinado por completo y continua hirviendo durante 10 minutos más.

  6. 6

    Deshebra la pechuga de pollo una vez lista, regrésala al caldo, agrega los chiles y el queso. Deja un par de minutos más o hasta que el queso se funda.

  7. 7

    Sirve bien caliente y disfruta con aguacate y jugo de limón.

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Adrían Martinez Flores
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estudió turismo, me apaciona cocinar.
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