Primero hay que sacar todas las uvas de los racimos. A mi me salieron 3 kilos. Más o menos son 250 gramos de azúcar por kilo de uva, por si quieren hacer menos cantidad. Vamos poniendo las uvas de a poco en la olla grande que vayamos a utilizar y agregamos el azúcar. Un poco y un poco hasta terminar todas las uvas y azúcar. Por último añadimos el jugo de los limones, que más o menos son 200 ml.

Y aplastamos con un pisa papas para tratar de desarmar bien las uvas. Tapamos la olla y la dejaremos reposar en la heladera por lo menos 4 horas. Al pasar el tiempo retiramos y van a ver todo el jugo que soltaron las uvas.

Llevamos a fuego medio. Y cuando comience a hervir lo dejamos bien bajito. A partir de que comienza el hervor va a llevar una hora y media o dos. Revolviendo cada diez minutos para que no se pegue a la olla. Van a notar que reduce mucho. Tiene que ser así.

Apagamos el fuego y lo dejamos enfriar completamente. Yo esperé que enfriara y lo dejé toda la noche en la heladera. Al otro día lo colé para quitarle todas las semillas. Sino la mermelada quedará desagradable porque son muchas semillas. Lo que hice fue poner un bol grande y encima un colador de pasta. Fui poniendo de a tandas y con un cucharón fui presionando con la parte de abajo, como si revolviera bien fuerte para que saliera la mezcla y las semillas iban quedando en el colador.

Retiramos esa borra que queda en el colador y repetimos hasta terminar. Toda la borra que nos queda no la tiramos, porque nos sirve para hacer un jugo que se los dejo en la siguiente receta. Y aprovechamos todo.

Pasamos la mermelada nuevamente a la olla y llevamos al fuego bajo hasta que rompe hervor y cocinamos 20 minutos más. Ahora sí van a notar que está más espesa con consistencia de mermelada.