El día previo empezaremos a hacer la masa. Pondremos en la Mambo las palas de amasar y echaremos en la jarrita la leche, la levadura y lo ponemos de tiempo 1 minuto, velocidad 2 y temperatura 40 grados. Cerramos y damos a comenzar.

Abrimos y añadimos a la jarrita la sal, 1 huevo, el azúcar y la cucharadita de agua de azahar y las ralladuras de naranja y limón. Cerramos y ponemos 4 minutos a velocidad 2 y temperatura 37 grados. Cerramos la tapa y damos a comenzar.

Abrimos y añadimos la mantequilla en punto de pomada (meterla antes 15 segundos al micro), la sal y toda la harina. Ponemos velocidad 4, tiempo 8 minutos, sin temperatura, y le damos a comenzar.

Ya tenemos la masa, pero hay que dejarla mínimo 12 horas en la nevera, así que cogemos una bolsita de las de congelador, por ejemplo, y la mojamos con aceite para que la masa no se pegue, para meter la masa en la nevera. También vale papel film, pero mejor la opción de la bolsita dejando holgura para cuando crezca (yo la meto en un bol)

A las 12 horas, sacamos la masa y la vamos amasando, y ya podemos hacerle una bola y un agujero en el centro que iremos agrandando dando vueltas a la masa. Aprovecha a meter las sorpresas en este momento, envueltas en papel film o albal. ¡Ten en cuenta que sean cositas que no se deshagan con el calor!

Una vez levada, la sacamos del horno para decorarla. Vamos a batir un huevo, y con un pincelito, vamos a ir pintando con cuidado toda la superficie del roscón. Después, espolvoreamos con abundante azúcar la superficie.

¡Y listo para comer!