En primer lugar limpiamos las chuletas de cordero de grasas y algún que otro nervio que veamos por ahí.

En una cazuela de barro. Ponemos las chuletas, la rama de romero,sal gruesa, los tres dientes de ajos, y tostamos las chuletas sin necesidad de poner aceite. Este sistema, es como si las estuviéramos cocinado a la piedra. También nos darán un toque de ahumado.

Pasado dos o tres minutos, les damos la vuelta, y las dejamos otros dos minutos.

Pasado ese tiempo, añadimos la chalota cortada en juliana, y las sofreímos dos o tres minutos.

Pasado ese tiempo. Añadimos los dos tomates rallado y mezclamos un poco.

A continuación, añadimos la berenjena corta en dadito, sal y todas las especias.

Removemos, y retiramos la ramita de romero. Dejamos sofreír cinco minutos asta que se haga el tomate.

Pasado los cinco minutos.

Cubrimos las chuletas con caldo.

Tapamos la cazuela con con una tapadera. En mi caso, como la cazuela es demasiado grande. la tape con una sartén grande, y la dejamos cocinar durante veinte minutos, para que se hagan las chuletetas.

Pasado los veinte minutos. Destapamos la cazuela.

Añadimos el arroz y removemos.

Lo marcamos un par de minutos.

A continuación, le añadimos el resto del caldo, y lo dejamos cinco minutos a fuego fuerte, y luego bajamos el fuego, y lo dejamos 12-14 minutos.

Mientras tanto, en una sartén. Ponemos virgen, y cuando este caliente. Ponemos los mini pimientos.

Les damos la vuelta y terminamos de freír.

Una vez fritos. Los ponemos en un plato. Le añadimos sal y mezclamos.

Cuando le falte un par de minutos al arroz. Le ponemos los pimientos, y dejamos un par de minutos, y retiramos del fuego. Dejamos reposar tres minutos, tapado con un paño de cocina y listo.

Listo para disfrutar.