Batir los huevos en un cuenco con 150 gr azúcar, el yogur y la nata hasta obtener una mezcla cremosa.

Agregar la harina tamizada con la levadura, la ralladura de limón, el queso y la leche y volver a batir hasta conseguir una mezcla homogénea.

Forrar con papel de hornear un molde alargado tipo plum cake y verter la masa dentro.

Precalentar el horno a 180 grados con calor de arriba y abajo.

Pelar las manzanas, cortarlas en cuartos, retirar el corazón y cortarlos en láminas finas. Rociar con el zumo de limón para que no se oxiden.

Disponer las láminas de manzana sobre la superficie del pastel tal y como se ve en la foto. Espolvorear con el resto de azúcar (25 gr).

Hornear 60 minutos aproximadamente. Si las manzanas no se ven muy doradas, subir la temperatura a 200 grados los últimos 5-8 minutos de horneado. Retirar del horno y esperar a que esté templado para desmoldarlo. Para darle brillo, pintar la superficie con la mermelada diluida en una cucharada de agua y calentada 30 segundos al microondas.

Una vez frío llevar a la nevera al menos dos horas y servir frío.