Descongelamos los cuatro filetes en el microondas u horno hasta que estén a temperatura ambiente. Si los lomos son frescos nos saltamos este primer paso y vamos directamente con el proceso.

En un plato hondo batimos 1 huevo y dejamos que los filetes se impregnen bien en él por todos los lados. En otro plato, y una vez cubiertos de huevo, los rebozamos con abundante harina hasta que queden prácticamente blancos. Por último, volvemos a pasar los filetes por el huevo restante.

En un cazo o sartén honda ponemos abundante aceite y dejamos que se caliente a fuego alto hasta que esté listo para freír. Es muy importante asegurarnos de que está lo suficientemente caliente para que el rebozado no se despegue.

Mientras el aceite se calienta, echamos un poco en una sartén con los guisantes y el ajo en polvo. Vamos removiendo mientras que empezamos a freír nuestros lomos. No debemos dejarlos demasiado tiempo en el aceite, si está suficientemente caliente basta con dejarlos 20 segundos por cada lado.

Una vez fritos todos los lomos, los añadimos a la sartén con los guisantes y, a fuego relativamente alto, los dejamos cocinar por 10 minutos, removiendo y girándolos de vez en cuando. Si veis que le falta aceite podéis echarle algo más, a mí no me suele parecer necesario.

Por último, no os olvidéis de echarle un poco de sal y ajo en polvo, aunque podéis probar con otras especias que os gusten. Y... ¡ya estaría listo! Es un plato delicioso y una manera de que los peques coman pescado. Además, también podéis echarle mahonesa o pimientos, siempre quedan ricos.