En la primera foto de los pasos, podréis observar el racismo de uva que tengo en mi mano y Verenis también, que algunas de las uvas ya han comenzado el proceso de maduración y otras no, y por eso hay que dejarlas que todas se pongan igual.

En las siguientes fotos, os voy a enseñar, como que en tan solo tres días se han convertido en pasas la mayoría de ellas.

En esta foto siguiente, podéis ver como han quedado después de cinco días desde que colgué los racimos.

A partir de aquí, vamos a preparar nuestra deliciosa confitura. Desgranmos los racimos en una fuente y le quitamos los rabitos a las uvas en el caso de que tengan.

En la tercera foto, a los diez días desde que colgué los racimos y este es el punto exacto de maduración que yo buscaba. Cuando he dicho en la portada de la receta, que eran semi pasas, me estaba refiriendo a que las uvas se encuentran en un estado de madurez donde todavía tienen jugos y no secas y echas pasas.

Una vez escurridas, ponemos una olla en el fuego y añadimos las uvas junto a la cucharadita de azúcar avainillado y el 1/4 de la cucharadita de Pumpkin pie Spice.

A continuación, removemos y dejamos cocer durante diez minutos con el fuego bajo removiendo de vez en cuando.

A continuación, los ponemos en un colador grande y los enjuagamos bien bajo el grifo y dejamos escurrir bien todo el agua.

Pasados los diez minutos, le añadimos el agua de azahar y el agua natural.

A continuación, removemos y dejamos cocinar durante veinte minutos removiendo de vez en cuando.

Pasados los veinte minutos, observaremos que las uvas han recuperado su tamaño original y los líquidos se han evaporado prácticamente.

Seguidamente, volvemos a poner la olla en el fuego, bajamos el fuego y dejamos confitar durante cuarenta y cinco minutos con el fuego al mínimo y removiendo de vez en cuando.

Seguidamente, retiramos la olla del fuego y dejamos tibiar unos minutos.

Pasados unos tres minutos, metemos el brazo batidor y trituramos bien hasta que se haya convertido en una crema.

A continuación, le añadimos las tres cucharadas soperas de azúcar blanca y mezclamos bien con una cuchara. Como las uvas son muy dulces y después de dejarlas hasta que se convirtieran en semi pasas, han acumulado muchos azúcares y con tres cucharadas soperas es suficiente para que caramelice y no nos quede muy empalagosa.

Por último, dejamos enfriar del todo a temperatura ambiente y una vez fría, la pasamos a un recipiente y guardamos en la nevera si es que la vayamos a consumir en un corto plazo de tiempo. En el caso de que la queramos guardar en conservas, cuando las retiramos del fuego, en caliente, la pasamos a un frasco esterilizado, lo cerramos bien y lo dejamos boca abajo hasta que se enfríe para que se haga el vacío y lo guardamos en la despensa y listo.