Comenzamos preparando la masa de las croquetas, algo que te llevará al espacio antes que la compañía americana.

Cortamos en daditos pequeños la cebolla y la ponemos a pochar en abundante aceite de oliva

Cuando la cebolla esté transparente, echamos al aceite la harina y removemos alegremente para que se mezcle todo bien

Vamos incorporando la leche poco a poco. El truco para que no sea demasiado líquida es que añadas menos cantidad de leche que mezcla hay en el cazo. Y que remuevas fuerte siempre

Si te queda muy líquida espesara conforme vayas calentando. Ojo que no se pegue! La teoría dice que la masa estará cuando le cueste recuperar el espacio si la intentas dividir con una cuchara de madera o lengua. Como si fueras Moisés con las aguas del río

Cuando esté espesa guardar en un recipiente para que enfríe con film transparente pegado a la masa para que no se reseque

Comenzamos a hacer las croquetas cuando esté fría la masa. Para ello hemos de disponer de un plato con harina, otro con pan rallado y otro con un huevo batido con una pizca de sal

Entre dos cucharas hacemos una bolita pasando la porción de una a otra

Para cocinarlas y que queden crujientes por fuera puedes freírlas en aceite caliente o ponerlas en una bandeja de horno con la potencia máxima arriba, como nosotros hacemos habitualmente