Lavamos el calabacín y lo rallamos. Si tenéis Thermomix es la mejor opción porque se tritura muy bien.

Ponemos el calabacín rallado en un trapo limpio y seco y lo apretamos con fuerza para que escurra todo el agua. Esto es muy importante, es necesario que no quede casi agua.

En un bol o Thermomix, añadimos el calabacín, los huevos, la harina, la sal y la pimienta. Removemos hasta crear una mezcla homogénea.

En una sartén mediana o crepera, ponemos un poco de aceite y lo extendemos con papel. Cuando esté caliente (fuego medio), añadimos la mitad de la mezcla y lo extendemos al completo para que se quede una masa fina.

Dejamos hacer sin tocar durante algunos minutos. Para comprobar, metemos una pala y vemos si se despega bien. Si es así y está algo doradito, es hora de echarle el queso y el jamón cocido (3 de queso y 4 de jamón cocido por crepe)

Doblamos una mitad y dejamos hacer un par de minutos. A continuación, lo volvemos a doblar y dejamos 1 minuto. Le damos la vuelta y reposamos otro minuto más para que se haga todo por completo.

Emplatamos, podemos acompañar con arroz por ejemplo. Hacemos la otra mitad de la masa exactamente igual. ¡Y a comeeeer!