Para la crema de zanahoria: pelamos y picamos la cebolla, no importa cómo porque después lo vamos a pasar por la batidora, colocamos una cacerola pequeña al fuego con un poco de aceite y sofreímos la cebolla.

Pelamos y cortamos en cuadraditos pequeños la zanahoria, lo cortamos pequeño para que se haga antes y la rehogamos junto con la cebolla, lo condimentamos con cúrcuma y jengibre, de momento no podemos sal, porque llevará caldo y puede ser salado, probaremos al final.

Cuando la cebolla se vea un poco dorada, añadimos el coñac y cuando evapore el alcohol echamos el caldo, se deja cocer hasta que la zanahoria esté tierna.

Sacamos un poco de caldo y pasamos por la batidora todo lo que hay en la cacerola, tiene que quedar como y crema ligera, si nos parece que está muy espeso añadimos caldo del que hemos sacado. Probamos por si necesita sal. Y ya tenemos la base de crema.

Ahora prepararemos el pescado: colocamos una cacerola al fuego, debe ser lo bastante ancha para que quepa el pescado sin amontonarse, ponemos un poco de agua y un buen chorreón de aceite, sal, laurel y pimienta en grano, en cuanto empiece a calentar introducimos el pescado, el líquido debe quedar cubriéndolo. Ponemos el fuego a mínimo, de 1 a 9 lo ponemos en 3, se tapa y se deja cocer. Esto es como confitar pero con menos aceite.

Mientras se hace el pescado hacemos la mahonesa, la queremos muy espesa porque la vamos a poner en una manga pastelera.

Para gratinar la mahonesa: Ponemos el pescado en una fuente apta para horno, la mahonesa encima y lo metemos en el horno precalentado a 200 grados con calor solo arriba, estará unos 7 minutos pero hay que estar pendiente porque se hace muy pronto, en cuanto veamos que toma color lo sacamos.

Y ya solo queda montar el plato: hacemos una camita con la crema y colocamos el pescado encima.

Et voilà, LISTO PARA DEGUSTAR.