Lo primero que haremos serán las patatas, que para que queden perfectas se tendrán que lavar después de cortarlas y luego freír en dos veces.

Pelamos las patatas, y las cortamos en forma de cubos (tamaño típico de la brava).

Una vez están todas cortadas, se deben lavar con agua abundante, así les quitamos el almidón y evitamos que se peguen al freírlas.

Calentamos el aceite a unos 150 grados, salamos y poco las patatas y las freímos lentamente hasta que estén tiernas.

Llegado a este punto de deben sacar de la sartén y dejarlas enfriar en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite.

Una vez frías, y justo antes de servirlas, se deberán de volver a freír, pero esta vez con el aceite muy caliente (a unos 180 grados).

Echar las patatas de nuevo al aceite, y cuando estén doradas sacar de nuevo, escurrir el aceite y servir. Esta segunda tanda de Sartén hará que queden crujientes por fuera y tiernas por dentro.

Las salsas que elaboraremos serán dos, la primera la Brava.

En una sartén poner aceite, y echar un ajo laminado junto con las cayenas troceadas. Cuando el ajo esté dorado, retirar el ajo y la cayena.

A continuación echar los tomates pera rallados, junto con un poco de sal y azúcar.

Darle dos vueltas al tomate y añadir 3 láminas del ajo antes retirado y un par de trocitos de la cayena.

Volver a remover un par de veces y a continuación añadir el caso de vino blanco y el de caldo Aneto (o cualquier otro caldo de verdura). Bajar el fuego y dejar cocer 30 minutos removiendo de vez en cuando.

Una vez reducida la salsa, rectificar de sal y tamizar.

Para el alioli de pimentón introduciremos en el vaso batidor lo que ha quedado de ajo laminado y cayena, un huevo, una cucharada de pimentón De la Vera, sal y unas gotitas de limón.

Empezamos a batir todo añadiendo aceite de girasol poco a poco hasta que tengamos montado el alioli.

Servir las patatas calientes, a continuación el alioli y terminar con las salsa brava ;)