Calentamos nuestra olla con un buen chorro de aceite de oliva. Sin miedo que de todas las grasas que se mete al cuerpo justo esta es bien saludable. Añadimos el ajo y doramos unos segundos.

Añadimos la cebolla y la cocinamos hasta que esta se ponga transparente (no la doramos mucho ya que será expuesta a una cocción más larga).

Incorporamos la zanahoria y cocinamos durante 2 minutos.

Añadimos la papa amarilla rallada y cocinamos moviendo constantemente ya que esta se cocina rápido y lo que buscamos es que esta se vaya desbaratando y soltando su almidón que nos aportará una textura cremosa.

Una vez que notemos que se empieza a empastar, bajamos el fuego e incorporamos sal, pimienta, comino, laurel y la salsa madre (ya haré una receta de salsa madre) o 4 de pasta de tomate en su defecto.

Mezclamos bien, integramos bien los ingredientes y en cuanto se empiezan a ver las primeras burbujas de hervor añadimos las arvejas, las lentejas, el chorizo y cubrimos con el caldo. Tapamos y dejamos cocinar (👀) siempre revisando el nivel de líquido. No le metemos una olla entera de caldo de una sola vez. Vamos poco a poco. Vemos que se seca, le agregamos un poco. Deeespaaa-cito

En cuanto a qué chorizo utilizar... bueno, cuanto mejor sea la calidad del mismo el resultado será mejor. En mi caso usé ese chorizo artificial de supermercado con más elementos químicos que una tabla periódica y aún así quedo buenaaazoooo. Así que si usted se gasta dos monedas más imagínese!

Cocinaremos durante 15 minutos y en este punto añadimos la papa y el tuco. Cocinamos hasta que estas se cocinen cuidando siempre de la cantidad de líquido. Y ya está!

Cabe destacar que para que el plato tenga su valor nutricional completo, debe acompañarse con arroz. En mi caso, también lo acompaño con plátano a la plancha con poco aceite para incorporar un poco de potasio. Espero que les guste y no dejen de probarla 😋