Lavamos las manzanas y las cortamos por la parte superior, como si quisiéramos hacer una tapadera, dejándoles el rabito.

Con un utensilio para quitarles el corazón o bien un cuchillo afilado, les quitamos el corazón y después, con el mismo cuchillo las vaciamos por dentro dejando una capa no muy gruesa y la piel. Iremos con cuidado que no se nos rompan.

Los trozos que saquemos de dentro de las manzanas los cortamos en dados pequeños y los reservamos.

Precalentamos el horno a 200º y colocamos las manzanas, separadas entre ellas, en una bandeja con papel para hornear.

Partimos los frutos secos por la mitad a lo largo. Las nueces las partiremos a cuartos y las ciruelas pasas las podemos dejar enteras o partirlas también por la mitad.

Metemos dentro de cada manzana una cuarta parte de los frutos secos que tenemos, 1 ciruela pasa y una cuarta parte de los dados de manzana que hemos cortado y reservado.

Espolvoreamos con un poco de canela y el azúcar por encima y las tapamos con sus propias tapaderas de manzana. Debemos intentar que el relleno sobresalga un poco de dentro de la manzana, de forma que la tapa no acabe de encajar del todo.

Una vez tapadas vertimos sobre cada manzana una cucharada de ron negro, incluyendo la tapadera y las metemos en el horno a 200º durante 30 minutos.

Las dejamos enfriar y las servimos en platos individuales vertiendo por encima de cada una el caldo que haya quedado en la bandeja, mezcla del ron y del jugo de las propias manzanas.
Ya se pueden servir.