Ensalada fresca asiática

Pon un huevo grande a cocer en la olla sin añadir nada.

Lava y corta las verduras. Es preferible que la lechuga quede más ancha y los pimientos en cuadraditos o tiras.

Añade los tomates cherry partidos por la mitad. Cuanto más gruesos mejor.

Esparce el queso en trozos medianos para poder saborearlos solos. Recomiendo encarecidamente queso de cabra, su gusto es más exquisito en esta combinación.

Pela y añade los langostinos o gambas sin cortar. No mezcles los ingredientes.

Pela y corta el huevo por la mitad a fin de que queden dos trozos o como mucho cuatro y ponlos sobre o a un lado de la ensalada.

Aliña con aceite de oliva virgen extra, perejil y ajo en polvo (puedes añadir cebolla molida para darle más sabor). Igualmente esparce unas tímidas gotas de limón.

(OPCIONAL) Cualquier crema con toque dulce para aliñar seguidamente le dará un magnífico sabor. Mi opción suele ser la de frutos del bosque o fresa. Si vas a usar asegúrate de impregnar más la lechuga y el marisco frente al resto de ingredientes.

(OPCIONAL) Disfruta acompañado de un poco de arroz o pasta para darle el toque de hidratos que necesita. Ten en cuenta que cuanto más fresca esté, es decir, cuanto más tiempo haya pasado desde que la cociste, mejor.