Para este plato hemos utilizado un lomo de bacalao que ya estaba desalado por lo que no hemos tenido que ponerlo en remojo previamente. Para prepararlo podríamos haber utilizado perfectamente bacalao desmigado.

Troceamos muy menudo la cebolla, y el bacalao si no lo hemos comprado desmigado, lo partimos en dados más bien pequeños y reservamos.

Pelamos las patatas y las partimos en tiras muy finas. Las salamos moderadamente y las freímos por tandas en una sartén sin que lleguen a estar demasiado crujientes.

Mientras se fríen las patatas ponemos a pochar la cebolla en una sartén grande con un poco de aceite de oliva y cuando lleve pochándose unos 4 minutos, añadimos el bacalao en dados o desmigado y lo salteamos junto con la cebolla.

Cuando el bacalao ya esté cocinado, añadimos las patatas previamente fritas a la sartén donde tenemos el bacalao, escurriendo muy bien el aceite de las patatas antes de volcarlas con el bacalao. Cuando ya tengamos todas las patatas junto con el bacalao y la cebolla añadimos los huevos que previamente hemos batido. Con el fuego encendido mezclamos todo el conjunto para que el huevo se reparta bien y se haga un poco aunque sin que se cocine en exceso para que el huevo aporte jugosidad al plato.