Vamos a picar muy menudito toda la verdura: cebolla, pimientos, zanahoria y ajos. Ponemos una sartén al fuego con un chorrito de aceite, echamos los ajos y toda la verdura, sal y rehogamos durante un rato hasta que empiece a estar tierna, la zanahoria es la más dura y será la que marque la pauta.

Ponemos el ras el hanout, perejil muy picado, cilantro –si es fresco también muy picado- azafrán y el chorrito de vino para desgrasar la sartén, movemos y echamos los garbanzos escurridos del líquido que lleva el bote. Ponemos el zumo de medio limón y por último las aceitunas.

No hemos puesto mucha sal, solo al principio, porque las aceitunas ya aportan sal, ahora probamos. Y ya lo tenemos, listo para tomarlo calentito. Si no lo vas a tomar al momento y aunque es un salteado, puedes poner un poco de caldo, pero solo un chorrito, para calentarlo mejor.