Hacemos la cama de lechuga en el plato.

Se lavan muy bien las mojarras y nos aseguramos que no tengan escamas ni residuos de víceras.

Se sacan los filetes haciendo un corte desde el lomo hacía el abdomen y desde la cola hasta las branqueas.

Se voltea y se hace el mismo corte y se conserva el esqueleto.

Se les quita con el cuchillo puntilla y mucho cuidado el conjunto de espinas tratando de ir muy cerca de ellas para aprovechar la mayoría de carne del filete, se pone a hervir un litro de agua y después de dos minutos de ebullición se chorrea por el costado de la piel del filete y justo en el medio y veremos como en ese momento se recoge la piel y toma consistencia el filete, la piel se torna pegajosa.

El agua hirviendo cocina un poco los filetes.

Mezclamos la harina con el orégano.

Cortamos los filetes en tiras de 1 a 1 1/2 cms.

Enharinamos los trozos y los llevamos al aceite caliente a más o menos 180°C, los freímos por más o menos 5 minutos o hasta que doren.

En una olla, colocamos un plato con el fondo hacia abajo, y llenamos de agua hasta apenas rebose el plato, ponemos los esqueletos y en el primer hervor calculamos 8 minutos con la olla tapada.

Con mucho cuidado de no desbaratar los esqueletos los sacamos y ponemos encima de la cama de lechuga en el plato.

Ponemos la verdura al rededor y los trozos de pescado por encima del esqueleto, roceamos la salsa soya al gusto, esparcimos el ajonjolí y acompañamos con el limón, y listo a disfrutar de un delicioso manjar saludable. Se puede optar por comer con palillos y servir la salsa soya por aparte y antes de llevar a la boca mojar el trozo en ella con ajonjolí.