Para hacer la salsa bechamel, dorar la harina en la mantequilla o margarina, que coja color tostado y echar la leche evaporada diluida en un vaso de agua.

Cocer a fuego lento o suave, removiendo continuamente y sin parar, unos veinte minutos más o menos, y un momento antes de de terminarse de cocer la bechamel, echarle la sal, pimienta y nuez moscada (hay algunos que le echan a mayores, o sea, un ingrediente más la canela molida).

Cocer los huevos diez o doce minutos, enfriar los huevos y sacarle la cáscara del huevo. Cortar después los huevos a lo largo y a la mitad, sacar las yemas y reservar las yemas para después.

Rehogar la cebolla picada muy fina en un fondo fino de aceite (hay quien usa aceite de oliva u otro tipo de aceite como el de girasol) hasta que esté ligeramente de color dorado.

Añadir los champiñones (cortados finamente) y el jamón cortado en tacos pequeños y rehogarlos unos diez minutos más. Salpimentar.

Añadir 3 ó 4 cucharadas de la bechamel antes hecha y las yemas antes reservadas y mezclarlo muy bien.

Rellenar los huevos, colocarlas en bandeja de horno; cubrirlos con la bechamel.

Espolvorear con queso rallado (Si puede ser de tres quesos mezclados o queso mozzarella rallado a mi gusto es con mozzarella) y un poco de pan rallado.

Precalentar a fuego fuerte (alrededor de 200ºc) durante media hora y gratinar hasta que coja color dorado.