Precalentar el horno a 180 grados

Unir la manteca con el azúcar y batir hasta que queden bien incorporadas. Agregar las yemas, la vainillina o la canela (poquita, sino quedan muy oscuras) y mezclar bien.

Tamizar juntos los secos e ir incorporando a la mezcla anterior. No hay que amasar, sólo unirlo. Si la consistencia es muy tierna, envolver con film y llevar a la heladera por una hora.

Hacer un rollo de unos 3 cm de diámetro y cortar rueditas de 1 cm de ancho, hacer bolitas y colocar en una fuente enmantecada o con papel manteca. Presionar cada bolita para darle forma a la galletita. En el centro hay que hacerle un huequito dónde vá el dulce. Yo lo hice con una cucharita para papas noisette, pero se pueden hacer simplemente con el pulgar.

El dulce de leche va directamente como viene en el frasco, pero el de membrillo hay que deshacerlo para que sea una pasta. Yo le puse un chorrito de whisky (no es necesario, pero rico) se le puede poner agua (mínima cantidad, sólo gotas) y pisarlo con un tenedor. Rellenar las galletitas.

Llevar al horno precalentado hasta que vean que se dora apenas la base. Tienen que quedar blanquitas. Depende de cada horno. En el mío estuvieron 9 minutos. Listo!