Prepara el caramelo líquido: En una cacerola o sartén vierte el azúcar junto con el agua. Al poco verás que comienza a burbujear levemente y después con más intensidad. No introduzcas una cuchara o utensilio alguno para remover. Solo debes agitar la sartén de vez en cuando. Poco a poco verás que el caramelo va adquiriendo un tono marrón clarito o tostado. Hay que estar muy pendientes para que no oscurezca mucho porque enseguida se puede quemar. Así que cuando esté dorado lo retiras del fuego.

Ahora hay que caramelizar la base y las paredes del molde. Si estás utilizando el caramelo recién hecho lo mejor es protegerse con unos guantes de cocina para manipularlo ya que el caramelo puede causar graves quemaduras. Vierte el caramelo en el molde. Reparte bien por toda la base y mitad de las paredes, y reserva. Seguidamente tritura la piña. Reserva dos o tres rodajas para la decoración y tritura el resto hasta obtener una textura tipo puré. Resérvalo también para añadirlo después.

Y vamos con la mezcla para el pastel o flan: En un bol vierte la leche fría y agrega la harina de maíz para disolverla. Remueve hasta que esté totalmente disuelta y sin grumos. Una vez que la harina se haya disuelto añade los dos huevos y el azúcar y bate de nuevo. Por último añade el jugo de la piña. Remueve un poco más hasta que todos los ingredientes queden bien integrados. Ya está lista la mezcla para llevar al fuego.

Pero antes, toma de nuevo el molde que habías caramelizado al principio y como el caramelo ya estará templado, coloca en la base sobre el caramelo las rodajas de piña que habías reservado para la decoración. Yo he colocado 2 en el centro y otra rodaja en trocitos distribuidos por las esquinas. Tú las puedes colocar como prefieras😉.

Una vez preparado el molde, vuelve a la mezcla anterior y viértela en un cazo y calienta a temperatura media a la vez que vas removiendo constantemente. Añade la nata o crema para batir y el puré de piña y sigue removiendo. Mantén al fuego medio-bajo a la vez que vas removiendo para que no se pegue. Poco a poco la mezcla irá espesando. Al cabo de unos minutos verás que ya ha alcanzado un mayor espesor y su textura es mucho más densa. Cuando veas que está muy espesa retira del fuego.

Vierte la mezcla en el molde sobre el caramelo y las rodajas de piña, de forma que estas queden por debajo. Con ayuda de una espátula alisa la superficie repartiendo uniformemente la mezcla y rellenando bien las esquinas.

Tapa con papel film transparente a piel, es decir, de forma que este haga contacto con la superficie para que no se forme una costra. Por último, guárdalo en la nevera para dejarlo enfriar durante un mínimo de 6 horas o mejor si es de un día para otro. Yo lo tuve hasta el día siguiente.

Ahora ya solo queda desmoldarlo. Para facilitar que se despegue mejor del molde pásale un cuchillo por los bordes. Coloca encima el plato o fuente donde lo vayas a servir y voltea. Si ves que aún no cae, dale unos toques con la mano hasta que caiga sobre el plato. ¡Y listo! Ya puedes servir este riquísimo PASTEL DE PIÑA o FLAN DE PIÑA SIN HORNO ¡Verás qué cosa más rica!

ADVERTENCIA
Al incorporar la piña triturada junto con su propio jugo, hace que este flan tenga una textura menos firme que uno convencional, de forma que cuando lo desmoldamos, al momento puede perder un poco de consistencia y parece que se comienza a “desparramar” por los bordes, no quedando tan firme. Esto es normal y generalmente no suele venirse abajo del todo, sobre todo porque está tan rico que no le damos tiempo ya que antes siempre nos lo comemos 😋😉

▶ VER LA RECETA EN VÍDEO👉 https://youtu.be/l_SJKehm0_U