Comenzamos cortando el solomillo de la manera adecuada para poderlo rellenar. Para ello lo cortamos en libro y vamos cortando ambas partes con el cuchillo en cuadrículas como se aprecia en la imagen para aplanarlo lo máximo posible. Salpimentamos.

A continuación le ponemos un par de cucharadas de salsa de Pedro Ximénez con pasas y la extendemos por la superficie de la carne a rellenar.

Seguidamente colocamos las lonchas de bacon, las ciruelas pasas enteras, los dátiles troceados y los pistachos. Y por último cerramos el solomillo cosiéndolo con cuerda de cocina si no tenemos una malla de la carnicería especial para carnes rellenas.

Yo he preferido atar la carne yo misma porque el solomillo es más estrecho que otras carnes y no siempre encuentro la malla. El atado manual es relativamente sencillo, pero también es cierto que es uno de los cortes más complicados de rellenar por sus dimensiones.

Una vez listo el solomillo relleno lo sellamos en una olla con el aceite de oliva que vamos a emplear para hacer la salsa. Y lo reservamos.

Mientras tanto troceamos las verduras y las ponemos en la olla. Las rehogamos unos minutos y colocamos de nuevo el solomillo en la olla.

Añadimos los frutos secos y le agregamos un vaso de agua, el vino dulce y el brandy. Removemos y le ponemos una pizca de sal gorda. Tapamos y lo dejamos cocinar a fuego fuerte hasta que las verduras estén en su punto y la carne hecha. Son unos 35 minutos aproximadamente.

Una vez que observemos que está en su punto apartamos el solomillo en una fuente y trituramos las verduras y los frutos secos para hacer la salsa. Queda riquísima con el punto de vino dulce, un acompañamiento ideal para nuestro relleno.

Ya solo nos queda esperar unos minutos a que se temple la carne para poder cortarla en condiciones. Y a disfrutar, a mi hija le gusta hacer decoraciones con la salsita, ¡me encantan! Buen provecho a todos.