Con un cuchillo cortamos el atún en tiras y cada tira en cuadraditos pequeños (1 cm más o menos). Es importante que el cuchillo que utilicemos esté bien afilado para que no se nos deforme el corte.

Le añadimos una pizca de sal y un poco de pimienta molida. Es mejor que prácticamente no lleve sal, ya que la salsa de soja que luego añadimos ya le da bastante sabor.

Preparamos en un pequeño bote la salsa para el atún, añadimos las dos cucharadas de aceite de oliva, tres de salsa de soja, una de salsa worcestershire (Perrins), una cucharadita de mostaza, los pepinillos picados, tapenas cortadas a la mitad. 
También le podemos añadir una cucharada de semillas de mostaza blancas y negras.

Agitamos el bote para que quede mezclada y se la añadimos inmediatamente  al atún para que vaya cogiendo su sabor. Removemos, rectificamos de sal si es preciso y guardamos en la nevera, donde lo tendremos hasta cinco minutos antes de emplatarlo.

Troceamos también el aguacate en dados pequeños y los mezclamos con el zumo de lima y la ralladura de esta. Con este truquito de cocina evitamos que el aguacate se oxide en contacto con el aire y pierda su bonito color verde aparte de darle un toque cítrico bastante especial. Reservamos en frío.

El tomate lo pelamos y lo cortamos en dados de tamaño parecido a los del aguacate.
Si quieres puedes retirar las semillas del tomate. Aderezamos con un poquito de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y sal. Reservamos en frío.

A la hora de emplatar nos ayudamos de un aro u otro instrumento que pueda darle forma redonda o aquella que tú prefieras. Empezamos colocando de abajo a arriba los tomates, los aguacates y finalmente el atún.

Y..... a disfrutar!!!!