Para empezar puse las patatas sobre un plato pequeño. La idea era que no se apilaran e intentar que todas tuvieran aproximadamente el mismo tamaño.

Las pinchamos con un tenedor para evitar que al cocerse se "exploten" por la piel y manchen el microondas. Es recomendable también si tenéis cubrirlas con alguna tapa especial para microondas. El nuestro viene con una que tiene un par de orificios por arriba por los que permite salir el vapor y evitar que la presión aumente. Así por lo menos en caso de que alguna manche mejor la tapa que el microondas.

Después de pincharlas bien, marcando un poco los orificios con el tenedor, las metemos en el microondas 5 minutos a máxima potencia. En el caso de que queráis hacer una ración doble: usar un plato grande y doblad también el tiempo. Es decir, 10 minutos a máxima potencia, o haced dos tandas de 5 minutos. Si es vuestra primera vez haría una de prueba de 5 minutos y a partir de ahí los ajustes son más fáciles de adaptar.

Finalmente retiramos el plato del microondas con cuidado, ya que quemarse con el vapor es opcional, aunque servidora tiende a ser un poco manazas con estas cosas. Os podéis ayudar con un trapo o un guante de cocina. Antes de servirlas, y si es la primera vez que probáis a hacerlas así, cortad una y mirad que estén bien hechas.

Mañana cuelgo en un ratito la receta del mojo que hacemos en casa, estas patatas las compramos casi exclusivamente para acompañar el mojo porque queda divinamente y es algo súper sencillo y con un sabor increíble. Para hacer en un pispas!