Empezamos con el rebozado porque deberá reposar en la nevera de 30 min a 1 hora. Ponemos en un bol las harinas de trigo y de maíz, la levadura en polvo, sal y pimienta al gusto. Remover.

Mientras removemos con un tenedor, agregar el agua con gas y la cerveza. Remover hasta integrar. Debemos obtener una masa consistente, pero suave y sin grumos. Reposar en la nevera.

Continuamos con la salsa para que repose también mientras seguimos con el resto de la receta. Para ello sólo hay que unir los ingredientes e integrar. Probar para corregir de sal o algún ingrediente a tu gusto. Reservar.

Pelar y cortar las patatas en bastoncitos no muy gruesos. Hay que intentar que sean más o menos iguales para que se frían por igual. Enjuaga las patatas con agua fría sobre un colador. Las pondremos en un bol con agua fría durante 2-3 minutos, escurrir y secar con ayuda de papel absorbente de cocina.

Prepara los filetes de pescado escurriendolos sobre papel de cocina y agregando una pizca de sal. Reserva.

En una sartén o freídora poner a calentar el aceite. Cuando esté lo suficientemente caliente, a unos 180 grados, agrega un puñado de patatas, no demasiadas, y retíralas cuando estén ligeramente doradas. Un par de minutos o poco más tardarán.

Una vez estén todas las patatas hechas las vamos poniendo sobre papel absorbente para evitar el exceso de aceite. Inmediatamente, en el mismo aceite, procedemos a coger los filetes de pescado y uno a uno, lo rebozamos en la masa del rebozado.

Vamos rebozando cada pieza y pasando al aceite caliente, cuidado porque salta bastante. No se fríen de golpe, se ponen en tandas de 2 o 3. Una vez doraditos se pasan a papel absorbente igual que hemos hecho con las patatas.

En el momento de servir con la salsa se puede exprimir unas gotas de limón por encima del pescado. A disfrutar!!