Yo limpie las sardinas un día antes y las congele durante veiticuatro horas y al día siguiente, las descongele y una vez descongelas, enjuagadas y bien escurridas, las puse en un bol.

A continuación, le añadimos la media cuchara de sal con algas.

A continuación, le añadimos una de las cinco ramas de romero pero solo las hojas.

Una vez que le añadimos la sal de algas y las hojas de romero, mezclamos suavemente con las manos para que se vayan marinando.

A continuación, le añadimos un poco de sal fina pero sin pasarnos. El objetivo de la sal de algas, es recuperar ese sabor a mar, que pierden las sardinas con la congregación y los enjuagues con agua dulce.

Volvemos a mezclar de nuevo con las manos y reservamos en el frigorífico mientras preparamos el resto.

Mientras tanto, pelamos la cebolla, enjuagamos, dejamos escurrir y la ponemos en la tabla de cortar.

A continuación, la cortamos por la mitad y laminamos las dos mitades lo más finas posible y enjuagamos las ramas de romero fresco.

Cogemos el tajine en seco y le colocamos las cuatro ramitas de romero como se ve en la foto. El objetivo del Romero a parte de darnos sabor, es para que no se peguen las sardinas en el fondo.

A continuación, añadimos la mitad de las láminas de cebolla por encima del Romero.

Seguidmente, espolvoreamos con un poco de sal fina marina y le añadimos unos hilos de aceite de oliva virgen extra.

A continuación, sacamos las sardinas del frigorífico y las colocamos en el tajine bien aliniandas como se ve en la foto.

A continuación, añadimos el resto de las cebollas bien colocadas como se ve en la foto, para no tapar las sardinas porque se tienen que asar y no cocerse.

Cogemos un recipiente y le añadimos los 75 ml, de aceite de oliva virgen extra de gran calidad. Esto es muy importante.

A continuación, ponemos un colador y le exprimimos el medio limón. El colador es para evitar que caigan las semillas en el aceite.

A continuación, quitamos el colador y le añadimos la cucharilla de perejil deshidratado y el tomillo deshidratado.

A continuación, cogemos una cuchara y mezclamos bien hasta que quede todo bien ligado.

Seguidaamente, con una cuchilla, le vamos añadiendo la vinagreta por encima de las sardinas.

Una vez que tengamos listo el tajine.

Metemos en el horno con el horno ya precalentado a 190°C, y dejamos hornear durante veinticinco minutos con el calor arriba y abajo. Cuando le falte tres minutos para que se termine el horneado, reprogramamos el horno a 180°C, y los dejamos esos tres minutos solo con la parte de arriba del horno.

Pasados los veinticinco minutos, retiramos del horno.

Esa salsa que queda en el fondo, es una exquisitez para mojar pan.

Aquí tenéis el aspecto final de las sardinas.