Me llevo muy mal con los recetarios y las «tradicionales» maneras de hacer las cosas. Cualquiera con voluntad, buen gusto y todos los ingredientes a mano, puede lucirse en una cocina. Los animo a ponerse el delantal, abrir la heladera y arreglarse con lo que encuentren; y si nada hay, lo mejor es una ensalada de cubitos. Lo mío, es cocina de sobrevivientes.