Calentar la leche en una cazuela unos minutos. Coger un termómetro y cuando llegue a 33 grados apartar del fuego, seguir midiendo la temperatura, que tiene que estar a 40 grados, no puede pasar de ahí sino esperar a que enfríe un poco. Es muy importante esa temperatura para que cuaje. (Si tenéis robot de cocina con solo programar a 37 grados unos 5 minutos es suficiente).

Echar las tres gotas de cuajo en cada vasito y seguidamente la leche a 40 grados. En 15 minutos estará cuajada, no tocar ni tener vibraciones en ese tiempo, seguidamente metemos en la nevera.

Echar miel por encima antes de consumir.