Vamos a cortar la pechuga en rodajitas no muy finas, y a poner en un bowl. Le agregamos el jugo de limón y el tomillo, y lo dejamos macerar media hora (al menos, si lo podemos hacer la noche anterior mucho mejor)

Mientras el pollo se macera, rallar la cáscara de todas las naranjas. Esto lleva tiempo, así que háganlo primero y "se lo sacan de encima". Reservar la ralladura.

Cortar las dos naranjas más chicas por la mitad, reservar una mitad y las otras tres mitades cortarlas en rodajitas de 2-3 mm de espesor.

Acomodar en una olla con una cucharada de aceite de coco (bien caliente) las rodajitas de pollo maceradas, y dorar de cada lado. No vamos a tocar mucho, sólo las vamos a dar vuelta con una pinza cuando estén doradas de un lado.

Mientras se doran las rodajitas de pollo, vamos a preparar la salsa: poner en un jarrito la otra cucharada de aceite, la salsa de soja, la mostaza, la cebolla caramelizada, el jugo de la naranja grande y la media naranja que habíamos reservado y la ralladura de todas las naranjas. Llevar a fuego mínimo que se caliente.

Cuando el pollo esté dorado, volcarle encima la salsa. Incorporar las rodajitas de naranja que teníamos cortadas.