A continuación, cogemos una fuente grande de horno y le añadimos el hinojo laminado, la cebolla laminada, las dos hojas de laurel, los brotes de hinojo, los trozos de pimiento rojo, le añadimos un poco de sal en roca y por último, las hojas de Romero y salvia espolvoreadas por encima.

Seguidamente, enjuagamos los pimientos, los secamos y los colocamos encima de todo lo que hemos laminado junto a la cabeza de ajos cortada por la mitad.

Le añadimos, sal fina Marina, el aceto balsámico de módena y le añadimos el medio vaso de aceite de oliva virgen extra por encima de los pimientos.

Con el horno ya precalentado a 200°C, metemos la fuente en el centro del horno y dejamos hornear durante treinta minutos.

Una vez que hayan pasado los cincuenta minutos, sacamos la fuente del horno y dejamos reposar unos quince minutos, con la fuente tapada hasta que estén tibios los pimientos.

Una vez tibios los pimientos, los pasamos a un plato y primero los masajeamos suavemente para que la piel se separe de la pulpa y los limpiamos de piel y semillas. Una vez limpios, los cortamos en trozos medianos y los dejamos en un bol.

En esta foto, podréis ver como la piel sale casi entera y las desechamos.

En el fondo de la fuente, nos han quitado las verduras para salsa junto a los jugos que han soltado los pimientos.

A continuación, cogemos las dos mitades de la cabeza de ajos y las apretamos con los dedos para que salga la pulpa asada y la dejamos en la fuente con lo demás.

Seguidamente, cogemos una cuchara grande de madera y lo mezclamos todo y lo pasamos a un vaso batidos.

A continuación, metemos el brazo batidor y trituramos bien durante un par de minutos a máxima potencia, para que se trituren bien las hojas de Romero y las hebras del hinojo y lo pasamos por un colador con la ayuda de un cucharón.

Una vez que tengamos una crema muy fina y suave en el bol.

Le añadimos las tres cucharaditas de aceite de nueces y mezclamos bien. Puede ser de guindillas rojas, de sésamo o simplemente de oliva.

A continuación, cogemos los trozos de pimientos y los rectificamos de sal y mezclamos bien.

Por último, cogemos una fuente para servir y le añadimos la salsa que veamos conveniente en el fondo de la fuente y un par de raciones de pimientos encima y listo para disfrutar.