En una batidora moler la avena. No hace falta que quede como una harina. Yo busqué aquí una textura menos uniforme, con un grano menos fino, pero eso es al gusto.

Dejar la avena en remojo durante unos 10 minutos con el mínimo de agua filtrada posible y remover para hidratarla bien. No queremos inundarla, pues tendríamos que colar después el líquido sobrante.

En un bol mezclar la avena con las especias.

Añadir el aceite y amasar con las manos hasta obtener una masa manejable. Si queda demasiado dura, añadir algo más de agua poco a poco hasta obtener una masa bastante consistente pero manejable.

Envolver trozos de masa en film transparente, dándoles forma de salchichas y atando los extremos.

En una cacerola poner agua a hervir. Cuando hierva, meter las salchichas con el film, bajar a fuego medio y cocinar durante unos 30 minutos con tapa.

Dejar enfriar las salchichas. Después enfriarlas en la nevera o en el congelador durante al menos unas 8 horas.

Opcionalmente pero recomendable, sacar las salchichas de la nevera o congelador al menos 1 hora antes de cocinarlas para que alcancen una temperatura ambiente que facilite el cocinado.

Consumir en un máximo recomendable de unos 5-7 días. Aviso que estas salchichas son bastante duras, no se doran fácilmente o no se doran en absoluto, ni se doblan mucho sin partirse, por lo que, al cocinarlas en sartén o plancha, bastará con unos 5-10 minutos por cada lado y quedarán algo crujientes pero con un crujido suave y no duras de masticar.