Cortamos las costillas en tiras pequeñas, y la cebolla y el pimiento en trocitos muy pequeños (queremos que únicamente den sabor, no que se noten). Lo mezclamos todo en un bol. Salamos a nuestro gusto.

En una cazuela ponemos una cucharada de aceite, y cuando esté caliente añadimos la carne con la cebolla y el pimiento. También ponemos la guindilla. Lo rehogamos todo durante unos 15 minutos. Cuando haya pasado los 15 minutos añadimos el achiote. Removemos todo y añadimos el tomate rallado. Mezclamos todo durante unos 2 minutos, y añadimos agua para cubrir las costilla. Bajamos el fuego y dejamos cocer todo, unos 30 minutos, hasta que la carne esté muy tierna.

Abrimos el bote de garbanzos, y los lavamos bien. Cuando la carne ya esté a nuestro gusto añadimos los garbanzos y lo dejamos unos 5 minutos cociendo. Rectificamos de sal.