Una vez hervidas las placas de pasta y preparada la bechamel casera ya podemos ir montando nuestra lasaña. Primero colocamos la pasta, una capa de salsa bechamel y encima el atún y el bacon.

Y repetimos la operación, con un par de capas será suficiente para esta cantidad. A la bechamel le hemos añadido al final un par de lonchas de queso fundido, le da un sabor excelente y queda aún más cremosa.

Os recomiendo poner una buena cantidad de atún y bacon en cada capa, da mejor resultado que tres capas con menos relleno. Así además necesitaremos usar menos pasta.

Por último le ponemos queso rallado por la superficie de la lasaña y decoramos con unas tiras de bacon.

Precalentamos el horno a 200 grados y la horneamos unos 25 o 30 minutos a media altura con ventilador, hasta que veamos que se ha gratinado el queso y el bacon está crujiente.

Una vez fuera del horno, la dejamos reposar unos diez minutos y ya la tenemos lista para servir. En casa ha gustado muchísimo y seguro que repetimos pronto. Buen provecho a todos.