Hacés una corona con la harina (es tan simple como ahuecar en el medio la montaña de harina, lo podés hacer en la mesada o en el bowl, yo prefiero el bowl para no enchastrar tanto), pones la levadura en el medio y la sal alrededor.

Le vas agregando el agua en el medio (sobre la levadura) y vas revolviendo para que se junte todo.

Ahora la mejor parte: el amasado! Metele amor y energía! 15 minutitos aprox. (Algún día si puedo me filmo pero en YouTube hay miles de vídeos para ver como se amasa)

Hacés un lindo bollito, lo metés en un bowl (yo uso el mismo donde junté los ingredientes), lo cubrís con aceite y lo dejas levar tapado con un film o un repasador (mínimo 30 minutos, pero si podés más, mejor!)

Estirás un poco la masa para sacarle el aire del levado y la cortás en rectángulos para armar los pancitos (acá también te debo el video pero vas a encontrar miles) y los dejás en una placa con un poco de aceite para que no se peguen y nuevamente tapados para el segundo levado (otros 30 minutos mínimo). Ya podés prender el horno para que esté bien caliente para la cocción.

Con el horno bien caliente (200/220 grados) rociás los pancitos con un poco de agua, le tirás un toque de harina (solo para que te queden más lindos), les hacés unos cortes con una trincheta o un cuchillo bien afilado y los metes en el horno a las chapas entre 12 y 15 minutos (si querés que tengan una linda costra, los tenés que tapar y el vapor hace la magia)

Destapás los panes (ojo no te quemes con el vapor), bajás el horno y los dejás 12 o 15 minutos más (fijate que se doren bien pero que no se quemen).

Una vez listos, sacalos, ponelos sobre una rejilla para que no se te humedezcan mientras se enfrían y a disfrutarlos!!!