Mejillones rellenos de mejillones con bechamel

En primer lugar, ponemos agua a cocer con un poco de sal.

Yo a los mejillones, no los limpo, solamente los enjuago tres o cuatro veces para quitarle el fando que pueda traer. No los limpio de barbas ni corales, porque le aporta más sabor a los mejillones.

Cuando hirva añadimos los mejillones.

Tapamos y dejamos hasta que se abran.

Una vez abiertos, los retiramos inmediatamente y los dejamos enfriar.

El caldo lo guardamos.

La noche anterior, preparamos el relleno, para dejar reposar toda la noche en el frigorífico para hacer uso de el al día siguiente, en una cazuela pequeña, ponemos la mantequilla y dejamos que se derrita.

Picamos la cebolla lo más fina posible y se la añadimos a la cazuela.

Mientras tanto, picamos el pimiento lo más fino posible también.

Añadimos los pimientos y dejamos pochar durante tres minutos.

Pasado los tres minutos.

Le añadimos medio vaso de caldo de la cocción de los mejillones.

Añadimos las dos cucharadas de virgen extra. Removemos y dejamos rehogar durante tres minutos más.

Pasados los tres minutos.

Ponemos la leche a cocer.

Mientras tanto, le añadimos la harina a las cebollas.

La cocinamos bien durante dos o tres minutos, para que no nos sepa a harina cruda.

Cuando tengamos la leche lista, ponemos la cazuela de nuevo en el fuego.

Le añadimos la leche en en dos partes.

Con una varilla vamos ligando y conforme nos vaya pidiendo la leche, le añadimos la otra mitad y vamos ligando la bechamel.

Cogemos los mejillones.

Los picamos no muy finos, para que no se nos pierdan en la bechamel.

Le anadimos una pizca de nuez moscada a la bechamel.

Removemos un poco.

Le añadimos una pizca de pimienta y el perejil picado.

Volvemos a ligar durante un par de minutos, sin dejar de remover hasta obtener una crema espesa y muy fina y cremosa.

Por último, le añadimos los mejillones.

Una vez ligado todo muy bien.

Extendemos la bechamel en una fuente, dejamos tibiar y guardamos en el frigorífico hasta el día siguiente.

Al día siguiente, ponemos pan rallado en un plato. En otro plato ponemos harina y en el otro dos huevos bien batidos.

Lavamos bien las conchas y las secamos.

Con una cuchara grande, rellenando las conchas.

Lo pasamos por harina.

Cuando los tengamos todos enharinados.

Lo pasamos por huevo.

Por ambos lados y le quitamos el exceso de huevo, dejándolos escurrir unos segundos.

Lo pasamos por pan rallado.

Freímos y listo para disfrutar.