Batir las yemas con el azúcar hasta que el batido tome color bien claro y haya duplicado su volumen (esto lleva alrededor de 10 minutos). Incorporar el agua caliente de a poco sin dejar de batir. Perfumar con esencia, la ralladura e ir agregando de a poco la harina tamizada con el polvo para hornear en forma de lluvia, mientras se mezcla suavemente con espátula.

Verter la preparación en un molde de 26 cm de diámetro enmantecado y enharinado. Hornear a temperatura moderada (170º-180º) durante 15 minutos y a temperatura suave (bajar el horno) otros 25 a 30 minutos. Retirar, dejar enfriar y desmoldar.

Crema de chocolate: Poner a cocinar la leche con el azúcar y las 3 cdas. de buen cacao. Revolver hasta que rompa el hervor, enseguida agregarle la fécula que previamente diluímos con unas cdas. de agua fría, sin perder tiempo tomar el batidor y remover la preparación para que se una bien. Retirar del fuego, agregar la esencia, la manteca. Dejar entibiar. Incorporar la clara batida a nieve, integrarla bien.

Cortar el bizcochuelo al medio humedecer las dos capas con vino Oporto o almíbar (si es que consumen los niños), expandir la crema de chocolate, colocar la otra parte de la torta encima. La cubierta la dejo a tu gusto. Puede ser un baños de chocolate cobertura, en mi caso espolvoreé la superficie con azúcar impalpable o glas y en los laterales la unté con dulce de leche y le pegué merenguitos molidos.