Hacer una esponja previa con la mitad de la leche, la levadura, 1 cda del total del azúcar y 2 cdas del total de la harina. Mezclar y tapar hasta que espume. El tiempo depende de la temperatura ambiente.

Lista la esponja ponemos el resto de la harina en un bowls junto con el azúcar, manteca derretida, sal (por el costado), la esponja y poco a poco el resto de la leche (si hace falta agregar un poco más) hasta lograr un bollo tierno. Kiki en este paso agregó unas gotas de humo líquido.

Formar un bollo y amasar bien por unos 8 a 10 minutos. Es la clave. Tapar y dejar descansar 20 minutos.

Dividir el bollo en dos (tapar el que queda reservado) y estirar uno de los bollos de manera rectangular.

Debe quedar como de 1/2 cm de espesor más o menos. Untar con la manteca y poner el relleno dejando una parte vacía. En ese espacio vacío hacemos unos cortes como se ven en la foto. Uno del grosor de un dedo y luego uno más ancho, así intercalados.

Luego los cortes anchos van sobre el relleno y desde el otro extremo comenzamos a enrollar sin arrastrar, más bien como levantando un poquito. Cerrar, mojar las tiritas finas.

Y pegar sobre el rollo (también se pueden hacer separando previamente masa y luego pegar tiritas sobre el pan). Pintar con la doradura. Dejar leudar en lugar cálido. Se puede repetir el pintado con doradura si se desea más dorado. Con el otro bollo lo que hice fue una versión más libre. Corté a su vez en dos e hice uno con tomate (sin semillas), muzarrela y orégano y el otro con jamón, queso y aceitunas rellenas.

Cocinar en horno 190º/200º por aproximadamente 35 minutos. Depende mucho del tamaño del pan y del horno. Para tener en cuanta es que no se debe arrebatar ya que puede quedar crudo en el centro...ojo ahí! Kiki nos contó que este pan infaltable en la mesa navideña se come tibio o frío acompañado de ensalada de gallina.