Faláfel con salsa de yogur

Poner los garbanzos en remojo con abundante agua, durante 24 horas. Se debe tener en cuenta que aumentarán de tamaño, así que hay que asegurarse de poner suficiente agua para que queden siempre cubiertos.

Cuando se vaya a preparar el plato, poner a escurrir los garbanzos

Para empezar a preparar la salsa, añadir el yogur en un cuenco

Picar muy finamente el ajo (medio diente por yogur) y añadirlo al cuenco

Picar la menta y añadirla también

Añadir también el zumo de limón, el aceite, la sal y la pimienta

Remover muy bien y reservar la salsa en la nevera

Añadir los garbanzos ya escurridos a un bol grande

Picar finamente la cebolla (se puede usar picadora) y añadirla al bol

Picar muy finamente los dos dientes de ajo y añadirlos al bol

Añadir también el cilantro picado (o perejil), el comino y la levadura química

Remover todo muy bien

Triturar todo el contenido del bol con ayuda de una batidora. Debe quedar una masa más o menos homogénea (pero no pasa nada si quedan algunos trocitos de garbanzo sueltos, puesto que aportarán textura)

Poner a calentar el aceite para freír, a unos 180 grados. Se puede usar una freidora o recipiente pequeño, puesto que los faláfel se irán friendo por tandas para que no disminuya mucho la temperatura del aceite. Idealmente, el aceite debería tener suficiente altura para que cubra completamente los faláfel y así no sea necesario darles la vuelta.

Mientras, preparar los faláfel haciendo albóndigas con la masa (más o menos del tamaño de una nuez) y aplanándolas con los pulgares

Con el aceite ya bien caliente, freír los faláfel en pequeñas tandas durante unos 2 minutos y medio, o hasta que queden dorados a nuestro gusto.

Poner a escurrir los faláfel sobre papel de cocina. Si el aceite estaba suficientemente caliente, se podrá comprobar que apenas han absorbido aceite.

Servir los faláfel acompañados de la salsa de yogur

Si no se van a consumir todos el mismo día, se pueden congelar en crudo los que se quieran guardar para otro día. Se podrán freír sin necesidad de descongelarlos previamente.