En un recipiente colocamos la harina, ahuecamos y colocamos la sal y el aceite.

Colocamos el agua en dos veces, y con ayuda de una cuchara de madera vamos integrando hasta lograr una masa armada pero húmeda.

Cuando está casi unida, con ayuda de las manos, hacemos un bollo.

Dejamos descansar unos 10 minutos y luego dividimos la masa, como mínimo en 7 partes y volvemos a hacer bollitos.

Floreamos la mesa con harina y comenzamos a estirar ayudándonos con un palote. La idea es que nos queden bien finitas.

Poné una sartén al fuego. Cuando veas que está bien caliente el aceite, bajalo y comenzá a cocinarlas, no más de 3 minutos por lado, y listo, ¡de la masa para tacos pasamos a tener tortillas listas!

UN CONSEJO: al servir, guardalas cubiertas por un repasador así no se secan.